Ernesto Valverde está ante el reto de relanzar a un Fútbol Club Barcelona que viene de una de sus peores temporadas de los últimos años. A falta de ver si los Verratti, Bellerín o Paulinho refuerzan la plantilla, al exentrenador del Athletic de Bilbao se le presentan varias cuestiones sobre la gestión de personal. Como siempre en el fútbol, será un buen momento para empezar a comprobar si la revolucionaria política de rotaciones de Zidane, tan exitosa como sin precedentes, crea escuela en otros grandes equipos de Europa. ¿Rotarán Messi y la MSN? ¿Qué le queda en el depósito a Iniesta? ¿Podrá sacar lo mejor de la segunda unidad?
Rotar a Messi y la MSN
Messi, Neymar y Luis Suárez forman probablemente la mejor tripleta de ataque del mundo y una de las mejores reuniones de delanteros de la historia del fútbol. De todas formas, su concurso es innegociable independientemente del nivel del rival o la sobrecarga de partidos. Entre los tres solo descansaron diez encuentros por decisión técnica en toda la temporada (seis de ellos la eliminatoria contra el Hércules en la primera ronda de la Copa del Rey). Messi únicamente estuvo ausente sin estar lesionado o sancionado en ese doble compromiso ante el equipo de Segunda B. La BBC del Real Madrid ha estado exenta en 19 partidos, y eso teniendo en cuenta la lesión de Bale, que le ha tenido apartado casi la mitad del curso.
Involucrar a toda la plantilla
La presencia inexcusable de la MSN ha sido ciertamente exitosa para el Barcelona, que con ellos ha ganado tres Copas, dos Ligas y una Champions League. Paralelamente también ha tapado a otros jugadores. Es el caso de los Denis Suárez, Paco Alcácer, Arda Turan o en su momento Sandro Ramírez, jugadores que en casi ningún momento se han sentido involucrados en el equipo. A día de hoy, con la recompra de Deulofeu y a la espera de alguna salida y entrada, el Barcelona volverá a tener seis perfiles diferentes para los tres puestos de ataque. Está claro que al nivel de rendimiento que han mostrado Messi, Suárez y Neymar serán titulares para cualquier entrenador los días más grandes. Pero los Deulofeu, Alcácer o Denis pueden ofrecer alternativas futbolísticas al Barcelona y aligerar esfuerzos a sus estrellas para que lleguen mejor a primavera.
Dosificar a Iniesta
Otro de los asuntos a resolver por el Barcelona es la situación de Andrés Iniesta, que termina contrato en 2018. El club y el emblemático futbolista están analizando qué tipo de decisión convendría a ambas partes. No hay nada claro, pero en el caso de que Iniesta siga, será misión de Valverde intentar sacar las últimas dosis de talento del manchego.
Un buen ejemplo de cómo aprovechar a un jugador entrado en los treinta (Iniesta tiene 33), lo tiene el Barcelona en casa con lo que hizo Luis Enrique con Xavi Hernández durante su última temporada, en la que, a sus 35 años, jugó en situaciones concretas (segundas partes, partidos de menor ritmo) que permitieron al entrenador sacar muchos minutos de calidad del centrocampista. En ese ocaso de Hernández se gestó el centro del campo Busquets - Rakitic - Iniesta que fue clave en la 2014-15. Quizás en este crepúsculo que Iniesta ha anunciado en los últimos dos cursos pueden crecer otros futbolistas mientras el Genio de Fuentealbilla es productivo saliendo desde el banquillo o en partidos minuciosamente seleccionados por Ernesto Valverde.