El fútbol femenino es cada vez más grande en toda España. Su crecimiento en los últimos años no se corresponde a una suerte de generación espontánea o mano divina, sino al trabajo de muchos hombres y mujeres que tuvieron la visión, el compromiso y la dedicación para poner el futfem donde se merece en un país donde el fútbol es religión. José Matías es una de esas personas de fútbol, sin relación con su versión de mujeres hasta hace bien poco, que está poniendo su esfuerzo y conocimiento con un objetivo: “Dotar a las niñas de Córdoba de una Escuela de Fútbol donde poder empezar desde pequeñas en este deporte. Hasta que nació Piconeras no tenían esa oportunidad”, explica a Digital Football Community pocos días después de lanzar el proyecto. Ayudar en términos de visibilidad y exposición a iniciativas así es el granito de arena que DFC pone a nivel digital para que, acciones tan interesantes como las de Piconeras lleguen al mayor público objetivo posible.
Naturalizar el futfem
Una de las barreras que José Matías y su equipo se han encontrado al adentrarse en el apasionante mundo del fútbol femenino es una sociedad que quizás no está todavía preparada para ver a sus niñas y mujeres jugar al fútbol. “Nos hemos dado cuenta de que hay que naturalizar la práctica del fútbol entre las pequeñas”, resume. “Creo que todavía hay un poco de reparo entre los padres en que sus hijas jueguen al fútbol”. Córdoba, que tiene oferta de escuelas femeninas de baloncesto, voleibol o balonmano, carecía de su homóloga en el balompié hasta el nacimiento de Piconeras, un proyecto cocinado durante dos años hasta su puesta de largo esta temporada. “Las que juegan compiten con niños hasta infantiles y luego ya entran a jugar con mujeres que pueden tener veinte o treinta años. Nosotros pretendemos que esto cambie”.
Para acometer ese proceso de concienciación y normalización del fútbol como alternativa deportiva para las más jóvenes, desde Piconeras quieren ‘atacar’ los colegios. “Estamos hablando con la delegación de la Junta de Andalucía para poder hacer una ronda por colegios enseñando a las niñas quiénes somos, lo que se van a encontrar, y en definitiva que sepan que ahora también pueden jugar al fútbol si es lo que quieren”.
Piconeras: escuela y club
El despertar de José Matías al fútbol femenino se produce hace un par de años durante un curso de dirección deportiva en la Federación Española, donde coincide con la embajadora del futfem en Digital Football Community, Ana Rossell. “Me contó su proyecto con el Tacón, que comprendía un club profesionalizado, una escuela de fútbol y una academia de tecnificación y me pareció muy interesante. Detecté que en Córdoba no había ninguna alternativa que ofreciera estos servicios a las niñas y jóvenes y ya nos pusimos a en marcha”.
Dos años de trabajo en la sombra han cristalizado en lo que hoy es el Piconeras, que ya cuenta con alrededor de 20 niñas aprendiendo este deporte. “Estamos haciendo un trabajo técnico, físico y táctico acorde con su edad. Pronto jugaremos algo, aunque sea contra escuelas o equipos de niños, porque la competición es muy importante en el proceso de aprendizaje”. La estructura deportiva de Piconeras está formada por una entrenadora y un director deportivo. “Los dos están muy implicados e ilusionados. Son profesionales de gran capacidad y implicados con el proyecto”.
Paso a paso… ¿a la Liga Iberdrola?
Piconeras es un proyecto con los pies en el suelo pero con metas ambiciosas en el medio y largo plazo. Consolidar la estructura de la escuela es la clave para asentar las otras piezas del puzzle. “El objetivo es que el club Piconeras se nutra de las niñas que hemos formado en la escuela. Ir dando pasos poco a poco, siendo realistas y en base al crecimiento que tenga la escuela. Pero sin cerrarnos ninguna puerta. En un futuro queremos que el club llegue a competir profesionalmente en las competiciones nacionales”.
Las primeras semanas de vida de Piconeras son positivas. El objetivo de contar con treinta niñas en la temporada inicial parece alcanzable en un horizonte próximo. Lo que ya ha cumplido José Matías y su equipo es ofrecer a las más jóvenes de una ciudad de más de 300.000 habitantes la posibilidad de iniciarse en el fútbol. Lo mejor está por venir.