Lonzo Ball es el mayor de tres hermanos llamados a jugar en la NBA. Este verano será elegido entre los cinco primeros del draft. Hasta ahí todo más o menos normal. Cuando te introduces en el mundo de LaVar, el padre de familia, la palabra que primero hay que desterrar es ‘normal’. El patriarca ha robado el protagonismo a los playoff, ha dicho que Lonzo es mejor que Stephen Curry, ha rechazado diez millones de dólares por patrocionio y pretende (y dice que lo está haciendo) que gente de todo el mundo pague 495 dólares por las zapatillas de BBB, la marca con la que pretende conquistar la industria del baloncesto.
El clan Ball
La familia Ball se organiza en torno a LaVar Ball, el macho alfa del clan y la mente detrás del movimiento sin precedentes que supone rechazar el dinero de las grandes compañías del sector. LaVar fue jugador de fútbol americano y llegó a tener una discreta carrera en la NFL Europa. “No sé si detrás de esto hay un ego desmedido, un padre con delirios de grandeza o realmente hay un plan maestro”, reflexiona Jorge Sierra, editor jefe de Hoopshype para Digital Football Community. “Lo que está claro es que es un maestro de la autopromoción que ha convertido a sus hijos en estrellas mediáticas sin haber debutado en la NBA”.
Si por sí mismo no tuvo notoriedad, sí que la está alcanzando a través de sus hijos. Lonzo será un Top-5 del draft de la NBA de 2017, LiAngelo, uno de los colegiales más prometedores de Estados Unidos, ya se ha comprometido con UCLA y LaMelo, de 16 años, anotó 92 puntos en un partido de instituto la última temporada.
Zapatillas a 495 dólares
Después de no alcanzar un acuerdo con Nike, Under Armour y Adidas, LaVar anunció que Lonzo vestirá y comercializará zapatillas de su propia marca. ZO2 Prime es el primer modelo y salió al mercado a un precio de 495 dólares, el doble o el triple de lo que cuestan las que portan estrellas de la NBA como LeBron James o Stephen Curry. “Creo que es otra artimaña publicitaria, otro movimiento para llamar la atención. Lo del precio me parece un chiste. ¿Quién va a pagar esa pasta por las zapatillas de un jugador que ni ha debutado en la NBA?”, se pregunta Sierra.
BBB también lanzó unas chanclas a 220 dólares y una edición especial de las zapatillas, firmadas por Lonzo, a 995. OnSmash informa que en la web de BBB se han comprado 5000 pares de las ZO2 Prime. Más de 2,4 millones de facturación de ser ciertos unos números muy difíciles de creer e imposible de verificar. “Yo soy el que piensa lo que vale la zapatilla”, dijo LaVar. “Cuando eres el propietario puedes poner el precio que quieras”. Sobre las extravagantes chanclas a precio de oro también tiene una opinión el histriónico LaVar. “Prada y Gucci venden las suyas al precio que quieren. Las nuestras son mejores, sientan mejor”.
Hey @Lavarbigballer real big baller brands don't over charge kids for shoes. pic.twitter.com/N2U0VPXXyt
— SHAQ (@SHAQ) May 4, 2017
Rechaza 10 millones de Nike o Adidas
Antes de sacar al mercado su propia marca de zapatillas, LaVar Ball rechazó un contrato para Lonzo de alrededor de diez millones de dólares por cinco años. La intención del patriarca era integrar BBB (Big Baller Brand) como una línea independiente dentro de Nike, Adidas o Under Armour. Algo que similar a lo que hizo Michael Jordan con el gigante americano con su gama Air Jordan cuando ya era la mayor estrella de la NBA y el baloncestista más influyente de todos los tiempos. “Y estos lo quieren hacer antes de debutar…”, apunta atónito Sierra.
Pirotecnia o realidad, el movimiento no tiene precedentes con ningún novato en la industria del deporte. ¿Puede LaVar Ball hacer tambalearse el negocio de las zapatillas? “Me cuesta creer que este hombre vaya a conseguir eso… pero luego vete a saber eh. A veces hay gente que parecen unos ‘clowns’ y luego son visionarios… y ‘clowns’ que son ‘clowns’ pero tienen éxito”.
Bocazas LaVar contra LeBron o Curry
Solo LaVar Ball sabe cuánto de estrategia y de improvisación hay en la receta que ha convertido a sus hijos, especialmente a Lonzo, en estrellas mediáticas antes de pisar una cancha de la NBA. Lo que es evidente es que no ha medido. Todo le ha servido para poner el apellido Ball en radios, televisiones y artículos como este (si LaVar, en una app de fútbol hablamos de ti). “Hubiera machacado a Jordan en uno contra uno en mis tiempos”, dijo pese a promediar dos puntos por partido en college.
Su bravuconería también afecta a Lonzo, de quien ha dicho que es mejor que el dos veces MVP Stephen Curry. “Es mejor que él. Pon a Curry en UCLA y a Lonzo en Golden State y a ver qué pasa”. En un mundo de egos como es el deporte profesional, esto va a jugar a partir del próximo otoño. “Le van a estar esperando seguro”, explica Sierra. “Su padre está únicamente preocupado de hacer crecer la figura mediática de su hijo. Si cuando llegue a la NBA lo hace bien, unido a esa proyección, será una estrella. Pero si su imagen pública viene acompañada de rendimiento bajo, será el hazmerreir”.
También ha tenido encontronazos con LeBron James después de que dijera que los hijos de la gran estrella del baloncesto no podrían igualar la carrera de su padre. “Habla de tu marca, de tus hijos, del baloncesto, de mi… pero aparta a mis hijos de tu boca”, amenazó El Rey. El reality de los Ball simplemente acaba de empezar.