Estados Unidos es la mayor potencia deportiva del mundo. Sus 2520 medallas olímpicas son un buen indicador de su dominio multidisciplinar. Solo el fútbol se le resiste al gigante americano. Y dentro del deporte más popular del mundo, únicamente el masculino escapa a sus tentáculos, pues son la referencia en mujeres. Para hablar del soccer, de Christian Pulisic y Landon Donovan, del éxito femenino y del letargo masculino hemos llamado a Ian Baker, director de Coaching Education en la Asociación Nacional de Entrenadores de Fútbol. “Es un buen momento para el soccer”, comenta a Digital Football Community.
¿Cómo EEUU se convirtió en potencia femenina?
Estados Unidos es el líder mundial en fútbol femenino. Ningún país ha dominado tanto este deporte en toda la historia ni lo ha hecho de una manera más sostenida. Las americanas han ganado tres de los siete Mundiales que se han disputado. Fueron las primeras campeonas (1991) y son las vigentes (2015). Nunca han bajado del podio. Su tiranía se extiende a los Juegos Olímpicos, donde acreditan cuatro oros en seis eventos que ha tenido la disciplina en el programa. “El crecimiento del fútbol femenino coincide con la llegada masiva de las mujeres al deporte. En esto fuimos pioneros y en los primeros años no hubo tanta competencia en el mundo. Además de China, los países escandinavos y algún otro europeo suelto, nadie le prestó mucha atención”, explica Baker.
España es un gran ejemplo del ostracismo del fútbol femenino en lugares de enorme tradición. “Estamos en deuda con las mujeres futbolistas”, ha reconocido en ocasiones Javier Tebas. En 2016 se estrenó la Liga Iberdrola, primera competición profesional de mujeres. Nada que ver con el paisaje en Estados Unidos, donde ha habido diferentes ligas profesionales desde 2001. Uno de los problemas que afrontan las mujeres en España es que no se pueden dedicar solo al fútbol y lo tienen que compaginar con estudios o trabajo. “En Estados Unidos el sistema universitario fomenta que las chicas sigan jugando a los dieciocho años. Les ofrece el mejor entorno para desarrollarse como atletas y también académicamente”.
Estados Unidos es la nación con más licencias de mujeres en el planeta marcando una tendencia alcista que se está impregnando en cada vez más países de los considerados ‘futboleros’. “Creo que el entusiasmo global que hay ahora con el fútbol femenino se debe al ejemplo que Estados Unidos ha dado al mundo a través de este deporte”. Cada vez más futbolistas españoles optan por emigrar a Estados Unidos con una beca universitaria para estudiar y jugar al fútbol.
Pulisic, método; Donovan generación espontánea
Uno de los retos que no ha podido completar el soccer es la gestación de una gran estrella. Hubo un tiempo en el que a Freddy Adu se le vendió a nivel mediático como el LeBron James del fútbol. Debutó en la MLS con 14 años pero no ha tenido impacto internacional. Clint Dempsey es probablemente el estadounidense con mejor carrera en Europa. Un notable futbolista con más de 200 partidos en la Premier League y 57 goles. La gran esperanza ahora es Christian Pulisic (18), un finísimo extremo derecho del Borussia Dortmund que esta temporada ha participado en cuarenta partidos en Bundesliga y Champions League, registrando cinco goles y once asistencias. Baker compara su background con el de Landon Donovan, el futbolista estadounidense más emblemático, máximo goleador histórico de la MLS y la selección.
“El desarrollo de Donovan fue menos buscado”, empieza. “Pulisic ha crecido en un entorno más avanzado y competitivo. Eso ha contribuido a sacar lo mejor de él”. De ascendencia croata, Pulisic se ha formado en el PA Classics, del estado de Pensilvania, además de pasar algunos periodos de su infancia en Europa. “La situación ha mejorado mucho para los chicos de la generación de Pulisic. Ahora sí que están conducidos por el buen camino”.
La aparición de Donovan debería adscribirse a la de esos fenómenos nacidos casi por generación espontánea como en su momento fueron el golfista español Severiano Ballesteros o el tenista Manolo Santana. Fenómenos que triunfaron casi a pesar de la realidad de sus respectivos deportes en su país. “Hace poco Donovan explicó que si él había podido tener éxito fue gracias al apoyo de sus padres y de buenos amigos. No a los entrenadores que tuvo ni al ecosistema competitivo y formativo de la época. Es lo contrario de lo que ha tenido Pulisic, que además también cuenta con un núcleo familiar que le ha ayudado en todo”.
“Pulisic está muchos kilómetros por delante de lo que yo estaba a su edad”, reflexiona Donovan. “Su curva de aprendizaje va a ser más pronunciada que la mía y va a poder seguir progresando a cada paso. Por eso va a crecer en su carrera más rápido. Está aprendiendo cosas a una velocidad que ninguno de nosotros pudo tener”. Para Bruce Arena, el seleccionador estadounidense, la comparación es inevitable. “Me recuerda mucho a Donovan”.
El gran salto del soccer masculino
Para dar el siguiente salto de calidad en el país que ha producido a los mejores deportistas de la historia en casi todas las disciplinas, Baker señala un punto clave. “Hay que identificar rápido el talento y conseguir que esos grandes deportistas en potencia entren en el fútbol. Conseguir que cada vez más niños puedan jugar dentro de programas de entrenamiento eficientes y gratuitos o de muy bajo coste. Si conseguimos introducir en el fútbol a chicos de diferentes procedencias, entornos, ascendencia… nuestra base de talento con el que trabajar crecerá enormemente”. Estados Unidos está intentando ser la sede del Mundial 2026 después de acoger el de 1994. “Los recursos invertidos en el fútbol y el interés creció muchísimo en ese momento. Si conseguimos otra vez la Copa del Mundo, será un salto de calidad”.
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