Ya no hay duda, han bastado dos meses de competición para que los más escépticos se rindan a la atracción mundial que provoca el PSG. Los fichajes de Neymar y Mbappé, los más caros de la historia del fútbol, levantaron críticas, envidias e incluso malos augurios. Que si mucho gallo en el mismo corral, que si Cavani iba a poner problemas, que si había más estrellas de la pasarela que del césped… Es evidente que en los inicios tiene que haber tensiones, son jugadores con mucho protagonismo que, indudablemente, iban a chocar en determinadas parcelas de poder: las faltas, los penaltis, el mando, el marketing… Habrá incluso ciertas aristas que no se superarán nunca entre ellos, como en cualquier grupo de profesionales unos se llevan mejor que otros, pero lo que al final va a quedar es un equipo de fútbol asombroso que va a ser seguido en todo el mundo: Los nuevos galácticos.
Neymar es ya una marca futbolística mundial. La fantasía y la imaginación en este deporte ya están asociadas a su nombre. Si hablamos de pasarlo bien jugando al fútbol, Neymar es el numero uno por delante de Messi, Cristiano o cualquiera. Es un icono consagrado en el Barça y buque insignia de una de las mejores selecciones brasileñas de los últimos años.
Pero merece la pena centrarse en Kylian Mbappé, que puede ser el jugador con más futuro del planeta ahora mismo. Con solo 18 años ha dejado ya detalles de gran futbolista. Su velocidad con el balón controlado, su calidad en el área y un físico portentoso le han puesto ya lo más alto del escalafón mundial. No ha ganado todavía muchos títulos, pero cada semana las televisiones de todo el mundo y las redes sociales replican una gran jugada del chaval. El espectador no es tonto y sabe que hay mucho más que marketing. Si a todo esto le añadimos que el chico tiene una inocente sonrisa juvenil que cae bien a todo el mundo, podemos decir que al Madrid y al Barça se les ha escapado un fichajazo.
Cavani, Verrati, Di María , Dani Alves, Thiago Silva y muchos más arropan a los nuevos galácticos para que el PSG pueda ser un equipo y gane títulos. El marketing ya lo ha ganado.