En sus más de cincuenta años de historia, el estadio Vicente Calderón ha visto a muchos grandes equipos del Atlético de Madrid. Sin ninguna duda, uno inolvidable es el de la temporada 1995-96, un conjunto para la historia que consiguió el doblete. Aquel conjunto entrenado por Radomir Antic estará por siempre en el imaginario colectivo de los aficionados. Los Molina, Caminero, Simeone o Kiko están entre los mitos vivientes del Atlético de Madrid. También lo está Milinko Pantic, quien ha atendido a Digital Football Community para hablar de la temporada del doblete. “Éramos un equipo muy bueno. El míster fue el arquitecto”.
Inicio imparable
El Atlético de Madrid de la temporada 1995-96 no nacía con grandes expectativas. Los dos cursos anteriores el equipo del Manzanares había terminado en el puesto doce y catorce. “Cuando llegué, que fue después de la pretemporada, me miraban un poco raro. Se pensaban que era un familiar de Antic o algo”, bromea Pantic. “El míster fue muy inteligente montando esta plantilla. Sabía exactamente lo que quería y tuvo la virtud de sacar lo mejor de cada jugador y tapar las carencias que teníamos cada uno y como grupo”.
Desde el principio de la temporada se veía que el Atlético de ese año iba en serio. “Pero siempre vas partido a partido. ¡Eso no lo ha inventado ahora el Cholo!”, dice entre risas Pantic. El conjunto de Antic ganó sus cuatro primeros partidos y no perdió hasta la jornada quince. “La clave es que teníamos un gran equipo. Era una plantilla corta pero todos aportaban. Los suplentes tenían una calidad tremenda y nunca se notaban las ausencias. Hay un dato que siempre me gusta recordar: todos los jugadores de campo marcamos al menos un gol”.
Uno de los momentos clave de la temporada fue la victoria por 3-1 contra el Barcelona en el Calderón. “Fue un partidazo. Les pasamos por encima. Cuando ganas a un equipo de ese potencial con esa solvencia te lo empiezas a creer más. Igual sí que es cierto que nosotros nos convencimos más de nuestras posibilidades.
49% de los goles a balón parado
La marca registrada de aquel Atlético de Madrid fue el balón parado. Con Milinko Pantic a la cabeza, el equipo de Antic convirtió este departamento del juego en su mejor arma. El 49% de los goles (37 de 75) vinieron por esta vía. “Yo he nacido con ese don, con la habilidad para sacar bien las faltas y los corners. Pero a eso había que añadirle el trabajo durante la semana”. Pantic además suma un factor. La intuición. La lectura del momento. Y la improvisación. “Yo era el que mandaba”, recuerda. “Según lo que veía en la defensa ponía el corner de una manera u otra. Porque de la misma manera que tu trabajas durante la semana también lo hace el rival para neutralizar tus armas. Entonces tenías que adaptarte a lo que ocurría en ese momento”.
Cabeceador Pantic
Uno de los momentos más importantes de la temporada del Atlético de Madrid fue la final de la Copa del Rey contra el Barcelona. Esa noche se cambiaron las tornas de toda la temporada y fue Milinko Pantic el que fue a marcar de cabeza. “Solo he marca cinco goles de cabeza en toda la temporada. Los recuerdo todos eh”, explica. Corría el minuto 102 y el partido parecía abocado a la prórroga. “Tuve que resolverlo yo porque no llegaba el gol”, bromea Pantic. Delfí Geli era uno de los jugadores más importantes de aquel equipo. Un lateral derecho de calidad exquisita que en sus inicios en el fútbol había sido delantero. “El gol es la mitad de él y la mitad mío. Era una jugada que trabajábamos todos los viernes y nos permitió ganar la Copa”.
Flores en honor a Pantic
Milinko Pantic sigue presente en el día a día del Atlético de Madrid. Desde hace casi veinte años un ramo de flores decora una de las esquinas del Calderón. “Estoy muy orgulloso y es algo que me hace mucha ilusión. Pero bueno, ese es el corner de muchos más, no solo de Pantic. Pero para Margarita es el corner de Pantic y es muy bonito”.