Cada vez está más caro y no va a parar de subir su precio. El Madrid necesitó la vuelta de Cristiano para olvidar la escasez. Sólo necesitó doce minutos para demostrar su ferocidad en el área del Apoel, su instinto depredador. Mientras otros delanteros parecen indolentes en el área, él se muestra insaciable. Cada balón que llega a su zona de remate lleva peligro de gol porque el portugués no perdona una opción de disparo. Sabe que vive de eso y lo va a explotar cada minuto. Si no está Cristiano el Madrid pierde el instinto insaciable. Y eso es un problema porque ni Bale ni Benzema lo tienen.
En el Barça ahora mismo el gol es Messi. El gol y casi todo lo demás: el arranque, el regate, el pase, la combinación… La marcha de Neymar reduce enormemente el caudal ofensivo de los azulgrana, si Messi no aparece el equipo se muestra muy romo. De Luis Suárez sabemos que lo tiene y volverá, de Dembelé que es muy joven y todavía parece asustado, de Alcácer nada, asi que ahora mismo o Messi o nada.
En el Atlético hoy por hoy no hay gol. El equipo del Cholo jugó un gran partido en Roma y no fue capaz de marcar ni uno. Ni Griezmann, ni Vietto, ni Correa, ni Carrasco… Torres y Gameiro ni salieron. A la espera de que en enero llegue Diego Costa, a los del Cholo les esperan unos meses de sufrimiento con la portería contraria. Les cuesta un mundo la suerte suprema y sin esa definición se escapan un montón de victorias.
El Sevilla cumplió de sobra en Liverpool. Con los goles de Ben Yedder y Correa el equipo de Berizzo inició con buen pie el camino de la clasificación.
Cuando tus delanteros marcan, el equipo respira y todas las lineas ganan en confianza y seguridad. Salir a jugar sabiendo que tienes gol es un lujo y por eso es cada vez más caro. Aunque lo caro a veces sale barato y si no que se lo pregunten al PSG.