Ana Rossell es la referencia del fútbol femenino en España cuando hablamos de gestión deportiva. Su marca AR10 es un compromiso con la excelencia y el desarrollo de este deporte en nuestro país. Combina formación, programas de alto rendimiento y asesoría centrada 100% en el fútbol femenino. Rosell además dirige el Club Deportivo Tacón, un ambicioso proyecto que persigue alcanzar la Liga Iberdrola y en el que forma tándem con Manuel Merinero, Director general y deportivo del club. “Buscamos ofrecer a las niñas y mujeres el mejor entorno para desarrollar sus habilidades como jugadoras”, explica Rossell a Digital Football Community.
Jugadora, abogada y directora deportiva
El fútbol siempre ha ocupado un lugar central en la vida de Rossell, con una carrera deportiva que giró principalmente en torno al Canillas y al Atlético Féminas. “AR10 nace con la intención de conseguir que las chicas que empiezan ahora a jugar o que ya están dentro del fútbol femenino lo hagan en las mejores condiciones posibles. También buscamos ofrecer soluciones a todos los actores de nuestro sector”, apunta Rossell.
De la sensibilidad y el conocimiento de Rossell y su equipo sobre el fútbol femenino ha nacido la necesidad de formar específicamente a los profesionales que trabajan con mujeres. “El deporte es el mismo… pero diferente”, empieza. “En el apartado físico y psicológico tiene sus particularidades. Es menos potente y rápido y nuestro programa se centra en potenciar la técnica y la táctica y especializar a los entrenadores en fútbol femenino”. AR10 también desarrolla una academia de alto rendimiento (AR10 Soccer Talent).
Fútbol para todas
Hay un objetivo que Ana Rossell ha convertido en el leitmotiv de su actividad en la industria del fútbol: ‘Que ninguna niña se quede sin jugar’. “Es lo que persigo, que las jóvenes no tengan las barreras e impedimentos que sufrimos las de mi generación”. Aunque todavía quedan muchos prejuicios sociales que tumbar, la situación actual es ciertamente favorable respecto a la que se encontró Rosell a mediados de los ochenta. “No era normal ver a una niña jugar al fútbol. En el parque o en el colegio era la única que jugaba con los chicos”, recuerda. “Después todas las jugadoras estábamos en la misma categoría porque no había suficientes mujeres jugando como para filtrar por edades como se hace con los hombres”.
Llegará un día en el que las jugadoras españolas se puedan dedicar exclusivamente a jugar. Pero por ahora es un lujo que no pueden permitirse. Además de competir, asumen el papel de activistas de su deporte. “Todavía no se ha normalizado que las niñas jueguen al fútbol”, lanza rotunda Rossell. “España sigue siendo un país de tradición machista. Las nuevas generaciones están cambiando eso, pero todavía queda mucho. Estamos muy atrasados respecto a otros países europeos porque el fútbol femenino ha sido maltratado”.
Si Rossell pudo sobreponerse a las trabas culturales y sociales fue gracias a su familia. “Mis tres hermanos jugaban y yo siempre me apuntaba. Y mis padres me ayudaron igual que a ellos llevándome a los partidos, entrenamientos y apoyándome con mi afición”.
Partner de René Ramos
El Tacón es el club de la Segunda División que preside Rossell. En su génesis y desarrollo se funden las dos corrientes de sus aspiraciones para el fútbol femenino: profesionalización y accesibilidad. “Buscamos ser un modelo deportivo y también de gestión. Tenemos un primer equipo con una estructura profesional y una escuela que busca que todas las niñas tengan la posibilidad de jugar”, resume.
En su primera temporada se ha quedado a las puertas del playoff de ascenso a la Liga Iberdrola, un objetivo que atacará de nuevo el próximo curso. Aunque está en la antesala de la élite, a nivel organizativo poco tiene que envidiar a entidades que le superan en recursos e historia. “Nuestras jugadoras tienen contrato y cotizan a la seguridad social. Y tienen alrededor un staff técnico amplio y especializado en fútbol femenino, así como el soporte de otros departamentos del club centrados en actividades de comunicación o marketing”.
En este proyecto vanguardista, innovador y ambicioso ha encontrado René Ramos el entorno indicado para entrar en el fútbol femenino a través de su agencia RR Soccer Management Agency. “René cree en este deporte y en su potencial y está poniendo su conocimiento para que cada vez sea más profesional”. Cuando Rossell apostó por llevar el fútbol femenino al nivel al que se empieza a asomar ahora, parecía imposible recorrer tanto camino en tan poco tiempo. La selección cada vez es más competitiva en todas las categorías y hay una Primera División con mayor exposición en medios y partidos en directo en televisión. “Y todavía va a crecer más”, vaticina Rossell.